Cada uno de nosotros hemos sentido temor alguna vez en la vida. En mi caso hubo un momento en el cual me di cuenta que estaba luchando con el temor y me propuse descubrirlo.
Al orar y pedirle a Dios que me revelara la causa de mi temor, volví a vivir los recuerdos de mi niñez, ya que fueron muy turbulentos desde la separacion de mis padres; pero nunca faltaron las oraciones de mi mamà de las cueles nos ayudaron poco a poco a creer y tener esa Fè en nuestro Padre celestial ya que es el unico poder que nos aferra a toda sanacion.
Dios nos ha dado la receta para transformar nuestra vida, renovar nuestra mente con su Palabra. Cambia tus pensamientos y todo cambiará. La duda contribuye poderosamente al temor. Cuando dudamos de la habilidad de Dios para mantenernos y suplir nuestras necesidades, tenemos temor. Muchos han adoptado el punto de vista de que el hombre es el centro del universo y que todo lo que ocurre debe ser controlado por él. No obstante, la necesidad de estar a cargo de nuestro propio destino tiene un gran defecto. Nosotros no somos todopoderosos ni podemos evitar que acontezcan ciertos eventos, sólo Dios es soberano. En última instancia Él es la única fuente de nuestra seguridad.
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